Primero, llena la olla o cacerola con agua caliente y agrega un poco de sal gruesa. Deje reposar la mezcla durante unos minutos para permitir que la sal se disuelva y ablande la suciedad incrustada. La sal es un excelente abrasivo natural que ayuda a eliminar la suciedad de forma eficaz sin rayar la superficie de tu olla o sartén.
Después de dejar reposar la sal unos minutos, vierte un poco de vinagre blanco en la olla o sartén. El ácido del vinagre reacciona y disuelve la suciedad restante, lo que hace que sea mucho más fácil de eliminar. Asegúrate de cubrir toda la superficie de la olla o sartén con vinagre y déjalo reposar durante unos 10 a 15 minutos.
Una vez que la mezcla haya hecho su trabajo, vacía la olla o sartén y frota suavemente la superficie con un estropajo. Esto ayuda a eliminar la suciedad incrustada. Por último, lava la olla o sartén con agua caliente y jabón para platos para eliminar posibles restos de sal y vinagre.
Vinagre
La sal y el vinagre son una combinación natural y eficaz para eliminar la suciedad de sartenes y ollas incrustadas. Esta técnica no sólo es ecológica y no tóxica, sino también económica ya que utiliza ingredientes baratos y fácilmente disponibles.
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